miércoles, 22 de abril de 2009

Paraguay.Sigue el baile ----------------Paternidad responsable

La campaña “Paternidad responsable. Su derecho, tu obligación” es una iniciativa implementada por las organizaciones Global Infancia, Plan Paraguay y la Secretaría Nacional de la Niñez y la Adolescencia (SNNA) en febrero del año pasado con el fin de reforzar y rescatar el papel que cumple la familia en el desarrollo armónico de la niñez y la adolescencia apelando a la sensibilidad social. Global Infancia aprovecha los últimos hechos de público conocimiento para volver a difundir los mensajes de la iniciativa, que incluye spots audiovisuales (disponibles en este sitio web).
El emprendimiento tiene como objetivos promover la importancia de la paternidad responsable destacando particularmente la presencia del padre en los distintos eventos que hacen a la vida de los niños y niñas, instalar el debate público a partir del abordaje del tema desde los medios masivos de comunicación y de acciones y actividades de promoción y reforzar el conocimiento de las Consejerías Municipales por los Derechos de la Niñez (Codenis) como instancias de servicio en atención de casos, instando a la ciudadanía a acercarse a hacer denuncias de vulneración de este derecho.
¿Cómo surgió la campaña?
Desde el inicio del trabajo de instalación y fortalecimiento de las Codenis, realizado por Global Infancia, el registro de los casos atendidos por este servicio develó que la asistencia alimenticia –uno de los aspectos que hace al derecho a la familia y a la paternidad responsable– es el más vulnerado.
Es así que durante más de seis años y en forma consecutiva la asistencia alimenticia ocupó el primer lugar en lo que se refiere a los requerimientos de atención de casos de las Codenis frente a las 20 temáticas restantes (filiación, abuso, abandono, entre otros). Como prueba de esto y haciendo una breve retrospectiva, se tiene que en 2004 el 34% del total de casos correspondió a la asistencia alimenticia; en 2005, el 26,5%; en 2006, el 37,5%; y en 2007, el 35,5% (de acuerdo a la base de datos de Global Infancia elaborada según los reportes proporcionados por las Codenis).
Atendiendo a esta persistencia de la demanda –hecha principalmente por las madres–, surge en el marco del proyecto “Fortalecimiento al Sistema Nacional de Promoción y Protección de la Niñez y la Adolescencia” la necesidad de abordar la reflexión sobre el tema desde el debate público.
En el día a día aún se detecta el fuerte sesgo de la cultura paraguaya hacia el machismo, recayendo casi en forma exclusiva en la madre la competencia del cuidado, la crianza y la educación de los hijos e hijas en el seno del hogar.
Convencidos de que el completo desarrollo de los niños, niñas y adolescentes en todas las facetas y etapas de su vida requiere de la presencia de la figura materna y paterna, proponemos la realización de una campaña de sensibilización sobre la paternidad responsable haciendo especial énfasis en la presencia del padre en el mundo del niño.
Para esto, proponemos apelar a la sensibilidad social buscando reforzar y rescatar el sentido que todavía conserva la familia como el núcleo por excelencia para el desarrollo de una niñez y adolescencia plena.
¿Qué se entiende por paternidad responsable?
Es una actitud de compromiso asumido por la pareja, por la cual se vela por el desarrollo integral de los hijos e hijas, proporcionándoles cuidado, salud, formación, educación y afecto, de modo a que puedan integrarse a la sociedad como adultos sanos (Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). “Foro sobre paternidad responsable y familias”. México, 2005).
Es entender que el desarrollo del hijo o hija es una tarea común del padre y la madre –y no solo de esta última– y un compromiso directo que los progenitores establecen con sus hijos, independientemente del tipo de arreglo familiar existente con la madre (concubinato, matrimonio, relación ocasional, etc.).
¿Cuáles son los efectos que deja el padre ausente en los niños, niñas y adolescentes?
Sostienen los especialistas que dejar a un hijo o hija sin su padre constituye un acto de violencia grave.
El niño sufre. La situación le sobrepasa, se siente tironeado por los dos seres que constituyen o deberían constituir su mundo, sus puntos de referencia. Cuando los padres pelean, el niño se siente desarmado ya que priorizan sus problemas por encima de los suyos y sufren al ver que no son tenidas en cuenta sus necesidades y deseos profundos, que son estar con su madre y con su padre.
Se vulnera su derecho a la identidad. Se le deja sin la mitad de su historia y vivencia familiar y, en muchos casos, sin el apellido del padre, lo que, desde el vamos, le crea un serio conflicto con su origen.
Mayor exposición al maltrato emocional. El niño se siente desvalorizado porque cree o siente que su propio padre no le quiere. Ocurre a veces que el entorno familiar materno le descalifica diciéndole que es igual a ese padre que se fue y del cual hablan mal. Por otro lado, depender de un solo progenitor le deja en una situación de extrema debilidad frente a sus temores infantiles: así como desapareció el padre, puede desaparecer la madre y él se quedará absolutamente solo, lo que para un niño es aterrorizante.
Mayor vulnerabilidad social. Desde su mayor precariedad económica hasta la falta de protección social, pasando por la disminución del control que suele darse por ser uno el que cuida y no dos. Todo esto puede significar también una mayor exposición a peligros, daños y situaciones no deseadas.
Mayores problemas emocionales potenciales. Como una de las principales funciones del padre es justamente ser quien impide que la díada hijo-madre se prolongue, no cortan el cordón umbilical. También tenemos madres que se aferran a sus hijos para cubrir otras carencias, y al no haber nada que lo impida ni interceda, se transforman en relaciones enfermas, con mucho sufrimiento, lo que le impide al hijo trasformarse en un ser autónomo.
¿Cuál es la importancia de la paternidad responsable?
Los niños que desde el nacimiento crecen con una gran influencia de sus papás en su educación tienen estos beneficios:
- identidades más definidas;
- mayor capacidad de tener y conservar lazos significativos;
- mayores habilidades para desempañarse solos.
Está comprobado que las personas que mejor se desarrollan en su adultez son aquellas que mayor contacto tuvieron con sus papás, ya que ellos aprenden formas más sanas de competir y de potenciar y maximizar sus capacidades. Asimismo, las hijas también necesitan de la influencia de sus papás para sentir una seguridad que sólo el género masculino puede otorgarles.
En ambos casos, es fundamental la presencia de un hombre adulto con un rol activo en el hogar, particularmente porque entre los 9 y 11 años exploran su propia identidad, y la figura paternal es la única que puede balancear el cuadro previamente dominado por la madre.
En sus años de adolescencia, cuando deben enfrentarse a la independencia y a la responsabilidad, los niños y niñas necesitan de modelos masculinos y femeninos para fijar sus comportamientos y sus límites, valores que le durarán hasta la edad adulta.
¿Qué dice la legislación al respecto?
A continuación se presentan algunos artículos de legislaciones nacionales e internacionales.
Constitución Nacional
Artículo 53. Los padres tienen el derecho y la obligación de asistir, de alimentar, de educar y de amparar a sus hijos menores de edad. Serán penados por ley en caso de incumplimiento de sus deberes de asistencia alimenticia (…).
Artículo 54. La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de garantizar al niño su desarrollo armónico e integral, así como el ejercicio pleno de sus derechos, protegiéndolo contra el abandono, la desnutrición, la violencia, el abuso, el tráfico y la explotación. Cualquier persona puede exigir a la autoridad competente el cumplimiento de tales garantías y la sanción de los infractores. En caso de conflicto, los derechos del niño tienen carácter prevaleciente.
Convención sobre los Derechos del Niño
Artículo 9. (…) Los Estados Partes respetarán el derecho del niño que esté separado de uno o de ambos padres a mantener relaciones personales (…).
Artículo 18. (…) Incumbirá a los padres o, en su caso, a los representantes legales la responsabilidad primordial de la crianza y el desarrollo del niño (…).
Código de la Niñez y la Adolescencia
Artículo 70. (…) El padre y la madre ejercen la patria potestad sobre sus hijos en igualdad de condiciones. La patria potestad conlleva el derecho y la obligación principal de criar, alimentar, educar y orientar a sus hijos (…).
¿Qué es la asistencia alimenticia?
Es el derecho que tiene toda persona (en este caso niño, niña o adolescente) a recibir de su padre todo lo necesario para atender sus requerimientos de alimentación, vivienda, educación, salud, vestimenta y recepción. Este derecho también corresponde a la madre embarazada y al hijo por nacer.
El artículo 97 del Código de la Niñez establece que “el padre y la madre del niño o adolescente están obligados a proporcionarle alimentos suficientes y adecuados a su edad. La asistencia alimenticia incluye lo necesario para el sustento, habitación, vestido, educación, asistencia médica y recreación del niño o adolescente. La mujer embarazada podrá reclamar alimentos al padre del hijo. Los alimentos comprenden también la obligación de proporcionar a la madre los gastos que habrán de ocasionar el embarazo y el parto. En ningún caso el juez dejará de pronunciarse sobre la asistencia alimenticia solicitada.
¿Qué puede hacer una madre en caso de incumplimiento de la asistencia alimenticia?
Existen dos vías de acción:
a. La acción judicial: consiste en iniciar una demanda judicial ante el Juzgado de la Niñez y la Adolescencia de turno, para lo que se necesita de la asistencia legal de un abogado o abogada. En caso contrario, se puede recurrir a la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia o, en su defecto, en los lugares donde no existen Juzgado o Defensorías de Niñez, el juez de Paz de la localidad podrá ordenar las medidas de seguridad urgentes con carácter provisorio legisladas por el Código de la Niñez, en conformidad con lo establecido en el artículo 70 del citado cuerpo legal.
b. Recurrir a la Codeni de su municipalidad: allí le brindarán orientación especializada sobre el caso.
Datos útiles
Instituciones que brindan asistencia e información
- Secretaría de la Niñez y Adolescencia: 207 160/2.
- Fono Ayuda: 147.
- Codeni: consultar en las municipalidades respectivas.
- Secretaría de la Mujer: 450 036/9.
- Kuña Aty: 226 793 / 208 641.
- Juzgado de la Niñez y Adolescencia: 424 211.
- Defensoría de la Niñez y Adolescencia: 424 124.
- Juzgado de Paz: 424 311.
Para más información sobre la campaña, llamar a los teléfonos (595 21) 510 445 o 510 624 y hablar con Mabel Benegas, coordinadora de la iniciativa, o Marta Benítez, directora de Global Infancia.

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